Chefs de renombre comparten recetas originales a base de bebidas y alimentos europeos con etiquetas de calidad.
Cocinar con productos europeos de calidad
En este libro, célebres cocineros europeos dan ideas sobre cómo utilizar productos con indicaciones geográficas de sus respectivos países en la elaboración de un plato. Comparten su amor y su pasión por los productos con los que han crecido y que han contribuido a su éxito: los productos originarios de sus regiones, que son un ejemplo de artesanía y de excelencia. Es absolutamente necesario que estos productos sigan conservando su denominación de origen protegida. Es la única manera de preservar y garantizar su calidad, ahora y más adelante.
Europa cuenta con una historia y un patrimonio gastronómico inmensamente ricos y diversos. Obviamente esto no se debe solo a que Europa es un continente muy extenso, sino también a que las tradiciones se han transmitido de generación en generación. Además, Europa posee una diversidad geográfica excepcional: desde los páramos de la Laponia finlandesa hasta las tierras desérticas de Murcia, y desde las zonas montañosas de los Alpes hasta el mar de Irlanda. Todos estos territorios diferentes han dado lugar a una cultura culinaria amplia y variada. Personas de todo el mundo visitan Europa, no solo para admirar sus numerosos tesoros artísticos y culturales, sino también para saborear la cocina local.
En 1992, la Unión Europea ya había decidido proteger varios nombres de productos. Esta decisión surgió del deseo de conservar mejor el patrimonio gastronómico y de proporcionar a los agricultores y los productores unos ingresos más justos. Los productos europeos a los que se concede un sello de calidad siempre presentan características únicas, son típicos de la región en la que se cultivan o elaboran y, sobre todo, son de excelente calidad.
¿Qué son las indicaciones geográficas?
Los regímenes de indicación geográfica de la UE protegen el saber hacer, la autenticidad y unas condiciones agroambientales específicas.
Las indicaciones geográficas comprenden las indicaciones geográficas protegidas (IGP) y las denominaciones de origen protegidas (DOP). Estos regímenes protegen el nombre de un producto que procede de una región específica y sigue un proceso de producción tradicional particular.
En el caso de las DOP, las materias primas deben proceder de la región de origen, donde deben llevarse a cabo todas las fases de producción. En cuanto a las IGP, debe tener lugar en la región al menos una de las tres fases: producción, transformación o elaboración.